Compresores de aire: lo que tenés que saber para elegir el adecuado
Al momento de adquirir un compresor de aire hay varios puntos que se deben tener en cuenta. Estas siete preguntas clave, y sus respuestas, te servirán de guía para saber cuáles son los datos fundamentales que debes conocer antes de comprar un nuevo equipo.
Adquirir un nuevo compresor de aire es una inversión importante que requiere un análisis previo sobre algunos aspectos. La elección correcta del equipo adecuado es determinante: una buena (¡y una mala!) elección nos acompañará durante toda la vida útil del equipo, que es mucha. Aquí te dejamos una serie de preguntas clave que, a modo de hoja de ruta,te serán de utilidad para elegir, entre todo el universo disponible, aquel compresor que resultará más adecuado para tu necesidad.
1- ¿Qué uso tendrá el compresor?
Lo primero que hay que definir es saber si se necesita un compresor estacionario o uno portátil. Y eso va a depender del uso del compresor: si es para una obra en el medio del campo o en la vía pública, necesitarás de un compresor portátil, un compresor diésel. Si el compresor estará instalado dentro de una planta de producción y se va a utilizar muchas horas, entonces ya deberías empezar a considerar la opción de un compresor eléctrico, con alimentación eléctrica y con un costo de generación de aire más eficiente.
2- ¿Cuánta presión de trabajo necesito? ¿A qué presión debo comprimir el aire?
Considerando ya la instalación del compresor en una planta lo primero que necesitas saber es cuál es la presión requerida del aire comprimido, es decir, a cuántos kg/cm², psi o bares necesitás el aire comprimido. Y esto depende de los consumos o de la aplicación del aire comprimido de la planta. Es el momento de evaluar el proceso productivo para saber cuál va a ser la menor presión de trabajo a la que se va a poder trabajar para tener un sistema de aire comprimido confiable y eficiente. Aquí es donde, desde el punto de vista de la eficiencia energética, muchas veces se comete un error común: sobredimensionar la presión de generación del aire comprimido para obtener mayor confiabilidad. Así, para plantas donde hay aire que se debe utilizar a 6 kilos o 6 bares, se generan en cambio 8 kilos, por ese impulso a “estar cubiertos”, a tener confiabilidad.
Este es un grave error porque sobredimensionar 2 kilos de presión es estar consumiendo, aproximadamente, un 14% más de energía eléctrica. Saber a qué presión requiero utilizar el aire comprimido, conocer los diferentes consumos de las líneas de producción que uno va a instalar, su factor de simultaneidad, calcular los diámetros de cañería -que deben ser los correctos-, cuál va a ser su pérdida de carga y la velocidad del aire comprimido. Todo esto se puede calcular con sofisticados softwares.
3- ¿Cuáles son mis consumos de aire?
Debemos comprender cuál es el caudal de aire que se va a necesitar, es decir, cuántos cfm, m³ o litros por minuto voy a consumir. Esto debería surgir de la sumatoria de consumos que se tiene en la planta más algún factor de simultaneidad (porque no todos los consumos de una planta trabajan al 100% al mismo tiempo; por eso a veces no es solamente sumar todos los consumos sino entender cuál es el factor de simultaneidad de sus consumos).
4- ¿Qué potencia eléctrica necesito para generar?
Habiendo definido presión y caudal, podremos determinar qué potencia eléctrica necesitamos para generar. Las buenas prácticas recomiendan no generar el 100% con un solo compresor sino con al menos dos (para distribuir la carga al 50% en cada uno) o, a veces, incluso con tres equipos. Una instalación ideal sería con dos compresores abasteciendo el 50% cada uno y un tercero de back up.
5- ¿Cómo será el consumo? ¿Será variable?
Conocer cómo va a ser el consumo, si es muy variable o no. Esto servirá para entender si alguno de los compresores deberá tener un sistema de control con velocidad variable.
6- ¿Dónde va a ser instalado el compresor de aire?
Esto es, básicamente, si va a estar dentro de una sala de compresores o afuera. Si va a estar al exterior, eso nos lleva a considerar si el compresor tiene que tener alguna protección para la intemperie, si hay que sumarle algún kit especial o realizar una customización especial. Son muchos factores que se deben analizar antes de efectuar una compra. Un especialista en aire comprimido podrá ayudarte a entender y recomendarte cuál es la mejor forma de generar el aire comprimido para tu proyecto específico. Somos especialistas en generación y tratamiento de aire comprimido.
En resumen, cuando se trata de aire comprimido, elegir bien es clave para garantizar un rendimiento óptimo y sostenible de tu producción. Y recordá: una mala elección no solo es gastar de más una única vez. Adquirir un equipo un 10% o 15% más grande, o más chico, será un error que acompañará toda la producción futura. Invertir en el compresor de aire adecuado no solo asegura una operación eficiente, sino que también impacta directamente en los costos energéticos.
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