Manejo defensivo: capacitación permanente
Los colaboradores están capacitados en la conducción defensiva.

Sullair Argentina dicta cursos de manejo defensivo y 4x4 en todo el país. Son obligatorios para todos los empleados que estén involucrados en la conducción de vehículos. Se implementan a través de la gerencia de Calidad, Seguridad, Salud y Ambiente (CSSA), con reconocidos especialistas. Esta modalidad, implementada desde 2008, ha logrado reducir significativamente el número de accidentes. Nuestra flota de vehículos tiene más de 100 unidades circulando por todo el país en las más diversas condiciones, desde autopistas y rutas hasta caminos de ripio y huellas de obradores, de día o de noche, con hielo, polvo, nieve, barro o lluvia.
Todos los conductores de Sullair Argentina están especialmente entrenados para responder adecuadamente a las situaciones que se les pueden presentar. Cuentan además con el apoyo tecnológico de los mejores vehículos, equipados para proteger al conductor y a sus acompañantes. El mantenimiento de los mismos es también muy estricto y, además, cada cinco años se renueva la flota para mantenerla actualizada. Igualmente todos estos recaudos no son suficientes: es necesario que los conductores tengan la formación y experiencia necesarias. Los cursos dictados son teórico-prácticos y se realizan en las mismas zonas donde son utilizados los vehículos con el objetivo de acumular experiencia de manejo en condiciones de uso similares a las cotidianas. Involucran a todo el personal que conduce vehículos de la compañía. Se llevan a cabo, cada dos años, fuera de la compañía en circuitos especialmente preparados y luego se realiza internamente un curso de repaso anual.
De este modo, cada conductor –aparte de su registro de conducir– debe contar con el carnet de manejo defensivo. Además su performance es monitoreada satelitalmente a partir de equipamiento específico con el que cuentan los vehículos y que permite identificar a cada empleado que conduce el mismo. La realización y práctica de estos entrenamientos siempre son muy positivos, porque ayudan a modificar algunas conductas y a reaccionar correctamente frente a diferentes situaciones. La coordinación de los cursos debe ser muy precisa ya que es muy federal, alcanzando al personal de sucursales y usinas distribuidas a lo largo del país. Con el objetivo de ser eficientes, se buscan puntos equidistantes entre las distintas locaciones en donde los participantes concurren con el tipo de vehículo que utilizan habitualmente. Son programados cuando el factor climático es el más desfavorable a fin de estar bajo condiciones extremas. En el sur, por ejemplo, se busca que haya nevado, mientras que en el norte se espera la época de lluvias.
Los cursos son preventivos precisamente porque se aprende a manejar en condiciones adversas y se ensayan situaciones que sólo ocurrirían ante una emergencia. En las clases se aprende a superar individualmente situaciones límites, como quedarse encajados en zonas barrosas o distantes, sin señal de celular o donde es difícil recibir asistencia rápida. También se enseña a revisar el estado del vehículo antes de viajar, o a llevar agua o frazadas, por si llega a haber una emergencia y hay que esperar el auxilio. El curso dura un día completo. La mañana es para el desarrollo conceptual y de repaso de la legislación aplicable. Por la tarde se realiza la práctica que incluye actividades como frenadas bruscas, desaceleraciones, esquivar obstáculos, frenar sin ABS, entre otros.
Todos los asistentes realizan los ejercicios las veces necesarias hasta responder de manera efectiva ante la dificultad planteada. Si bien es cierto que para emitir el carnet se toma examen teórico-práctico, el proceso de monitoreo y evaluación es continuo ya que los vehículos están equipados con tacógrafos con control satelital, que funcionan como las “cajas negras” de los aviones, donde se registran todos los movimientos, velocidades, infracciones, aceleraciones y frenadas bruscas (entre otros datos), pudiendo también realizar a posteriori, las simulaciones necesarias de los momentos previos a un accidente o cualquier otro evento para entender las causas de los mismos. Este sistema exige que el conductor se identifique al ingresar al vehículo, permitiendo así analizar su actividad, clasificándola con un sistema semáforo en verde, amarillo y rojo, según su performance. Se analizan periódicamente los informes por conductor, vehículo, períodos, sectores, flota, etc. Esto permite corregir el desempeño de los conductores que –así y todo– estuvieran en zona amarilla o roja.
Independientemente de nuestra capacitación, cada vez más clientes entienden la importancia de esta formación de los conductores y empieza a ser frecuente que exijan esta capacidad en quienes conducen, como por ejemplo en los yacimientos petroleros o minas y también que soliciten la instalación de tacógrafos y envío de informes de los vehículos afectados a las operaciones.
Silvia Parrotta
Gerente de Calidad, Seguridad, Salud y Ambiente
Sullair Argentina
(3) COMENTARIOS
Respuesta para JuanLaura
hace 9 añosBuena medida! celebro las capacitaciones constantes que evitan accidentes y salvan vidas.
Augusto.
hace 9 añosMuy interesante medida. En la construcción, fundamentalmente en obras lineales, más del 50% de los accidentes mortales se dan con vehículos en ruta. Con acciones como esta creo que se contribuye a mejorar la situación y a preservar vidas humanas. Saludos y ha seguir con tan buenas iniciativas.
Sullair Argentina | Manejo defensivo: capacitación permanente.
hace 9 años[…] Manejo defensivo: capacitación permanente. […]