Respuesta en lo más remoto de la Patagonia

A unos 48 kilómetros al sur de Perito Moreno, en Santa Cruz, opera el Proyecto Lomada de Leiva, una zona de exploración y explotación minera a cargo de la empresa Patagonia Gold. Las dificultades de acceso, sin embargo, no fueron obstáculo para el apoyo con equipos y servicio técnico de nuestra flota. “Está muy lejos”, confirma Santiago Daneri, jefe de alquileres de Minería de Sullair Argentina, que acumula horas de vuelo hasta Comodoro Rivadavia, donde llega el avión más cercano, y kilómetros al volante –700 de ida y otros de vuelta cada vez que visita el terreno–, a cargo de las operaciones. “En verano es muy cómodo el viaje, pero en invierno las rutas congeladas te obligan a avanzar a un tercio de la velocidad normal”.

El primer equipo que atravesó tres días de viaje en verano fue un camión articulado Volvo A40F. “Hoy tenemos dos camiones alquilados, el primero para suplir la salida de servicio de equipos propios y el segundo para garantizar producción que necesitaban aumentar”, detalla Daneri. Además del cálculo por producción, otra de las características de la industria minera es el abastecimiento al inicio del proyecto de los equipos necesarios para la explotación. Contar con equipos de soporte y sobre todo personal capacitado para atender bajas de equipos que afectan la producción es una gran ventaja competitiva que ofrece Sullair a los clientes ubicados en parajes tan distantes. En este caso, atendido desde la base de servicio instalada dentro de la mina en el emprendimiento Cerro Negro.

“Les ofrecemos la disponibilidad, porque tenemos los equipos, y el mantenimiento”, resume Daneri, que cuenta con más de 30 camiones articulados de los que requieren estas tareas en la flota de alquiler. “Todas las mineras en el sur están pasando por una situación de mantenimiento bastante complicada: cuando tienen sus propias cargadoras, no reciben la atención óptima o no cuentan con los repuestos, porque son carísimos”, agrega.

Después de un traslado trabajoso y muy costoso, nada puede fallar en la prestación del servicio. Para eso, cada vez que llega un equipo para reemplazar a otro por desperfectos o mantenimiento de rutina, especialistas de Sullair hacen la puesta en marcha e incluso personal calificado del fabricante, en este caso Volvo, realiza capacitaciones para minimizar las fallas que, en zonas tan remotas, se magnifican.